Las fiestas de mi pueblo

18 de julio día de Santa Marina  que no tiene nada que ver  con 1aquel  fatídico 18 de hace 80 años.       Hoy día de mi patrona  fluyen a mi mente recuerdos de mi niñez y mi juventud en aquel pueblecíto olvidado de la sierra de Huelva:  Cañaveral: limpio y bonito metido entre sierras árboles, encinas y pinos no te das cuenta hasta que no entras en el,  pero aun conserva esas tradiciones que todavia no se ha olvidado ,sus fiestas:  Empiezan el 17 por la noche con un castillo de fuegos artificiales que a mi me encantaban despues el baile !conque poco disfrutabamos! a las siete de la mañana del día siguiente salia la diana por las calles del pueblo con la música y toda  la patulea de jovenes que ibamos detras, despues el café en la plaza  con "jeringos" que allí se le llamaba así a los churros y seguido nos ibamos a casa a arreglarnos  para la función de Iglesia. Ese día se estrenaban los vestidos, zapatos, y toda la gama que nuestras madres nos habian preparado, con todo el cariño que solo una madre da.  Se hacian

perrunillas  que era el dulce tipico para las fiestas  ! que ricas! y se preparaba el gallo en salsa como un platgo extraordinario para ese día, despues, de haberlo criado en el corral durante un año "pobrecito" pero aquello era comer carne de pollo no lo que tenemos hoy.  La misa solenne  en honor de la patrona era alas diez ,despues ,salia en procesión   por las calles acompañada por la banda de musica pero lo más bonito y relevante  es la danza de época medieval  que los vecinos del pueblo de al lado (Hinojales) han sabido conservar.  La danza es preciosa la componen un grupo de jovenes y tambien mayores que son los que la siguen enseñando para no perder esta tradición.  Van ataviados con unas ropas muy vistosas ,un calzon corto atado a la rodilla con madroños y cintas de colores, medias blancas y zapatillas adornadas con borlas, un jubón blanco bordado y adornado con tiras bordadas y un sombrero  muy  vistoso  adornado con flores tambien. LLevan palillos con adornos que tocan al compas de la gaita y el tambor. Todas las personas que visitan el pueblo estos días incluida la televisión se  quedan maravillados que en un pueblo tan pequeñito se conserven estas costumbres  que tanto aportan a la cultura de nuestra tierra.  Por la tarde el consabido baile en la caseta con la orquesta de Monesterio hasta por la mañana, yo no me podia quedar hasta esa hora pues, mi padre al salir con mis amigas me decia: y antes de las doce en casa ! qué tiempos aquellos!  El segundo día  de la fiesta es el toro no se decian los toros pues  solamente es uno el que se lidiaba, el encierro era un a juerga pues lo soltaban a la entrada  del pueblo y con diez o doce cabestros lo llevaban hasta la plaza xxxxcon las entradas tapadas se celevraba la capea, los bellotos de turno iban a esperarlo y toda la jente del pueblo se lanzaba a la calle a ver el encierro, (los pamplonicas se quedan cortos)   despues, un aficionado que queria ser torero iba a lucir sus havilidades pero acudian  a la capea muchachos de los pueblos de alrrededor  así que al pobre maletilla no lo dejaban acercarse al toro.  Por la mañana nos ibamos las muchachas a pasear al pantano, esto es una avenida  donde una acequia de agua que sale de un manantial que mana en la misma calle del pueblo va aparar a un embalse llamado la laguna  y que servia para regar las huertas que hechas en bancales unas más altas y otras más bajas ( se ve que los moros dejaron ahi honda huella)  se cultivaban toda clase de hortalizas y árboles frutales que dieron de comer al pueblo durante muchos años y era una delicia ir a la huerta en las  tardes de verano, pero lo que eran vergeles, entre el paro y la emigración  han convertido el manantial  en una piscina   de recreo  para los jovenes del pueblo y para los que vienen de fuera con sus sombrilla y sus macas como

una playa de moda Y. ya el ultimo día es la romeria    a la rivera de Montemayor a tres km. del pueblo, la rivera, muy abundante de aguas limpias pues no lleva residuos de ningun pueblo con una vejetación de chopos y mimbres que no deja pasar el sol, ibamos en burros y si se caia alguno era una juerga, a la Santiña la llevaban en andas y en volandas y la ponian en un sombrajo hecho expresamente rodeado de flores de adelfas. Era muy bonito compartir la comida  con unos y otros y se cantaba y se bailaba y algunos bebian hasta ponerse "puas" y por la tarde otra vez con la Santiña para el pueblo. Hoy con los coches le han quitado ese encanto a la romeria.  Pues bien, esta fue la étapa más bonita de mi niñez y mi juventud.  Mas  aquel día de julio de 1952 cambió mi vida y una nueva ilusión  empezó para mi , yo creo que fueron las fiestas más bonitas del lugar, pues llegó un muchacho de cerca de la capital a conocer la familia pues descendia de allí  y no conocia aquello y tanto se dio a conocer  que despues  fue muchas veces  en busca de una prima  a la que conoció aquel verano. El muchacho estaba como un tren con sus veinte años y hoy al

cabo de los años lo recuerdo con el cariño y la alegría que juntos vivimos muy felices y lo vi disfrutar como un enano en las fiestas de mi pueblo. Seis años de ilusión escribiendonos cartas de amor y romanticismo  y una boda muy bonita que me prepararon mis padres. La alegria cuándo nacieron mis hijas fue algo maravilloso para los dos. Despues teniamos la ilusión de hacer nuestra casa  y ponerle S. Marina  pero las circustancias que tuvimos no pudimos ver cumplidos aquellos deseos, fue una época de lo que no quiero hacer referencia ?para que¿. Al cabo de los años  pudimos ver cumplida aquella ilusión  haciendo una casa en Gines al lado de nuestra hija  y te recuerdo con aquella alegria que  llegastes y me distes la sorpresa de traerme el nombre de mi casa que antes no pudimos tener.  Hay veces que la vida es implacable y te fuistes cuándo más falta nos hacemos y aunque Dios me ha compensado con muchas cosas buenas en mis hijas mi hijo  (no tengo yerno)  mis nietos,  tu ausencia y tu recuerdo están siempre conmigo.

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