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sábado, 8 de octubre de 2011

Perdonar las injurias

3 comentarios
Mamá cuentame un cuento: hace tiempo esto me lo decian mis hijas muchas veces, y aquel dia le conté este que
me contaba mi madre y que está recopilado de las Obras de misericordia.  Un libro que se leia en las ecuelas
cuándo mi madre era una niña y está publicado en el 1.873 del siglo XIX.
Dice así: En un pequeño pueblo del alto Aragon vivia un matrimonio  con dos hijos  tan lindoscomo pudiera pintarlos el deseo,  Miquel se llamaba el mayor y la niña Blanca.  Eran tan pobres que vivian en una choza al lado de un arroyo, el paisaje era de lo más pintoresco y bonito.  LLeno de sol, de flores y colores , donde los niños jugaban  en las aguas cristalinas delarroyo y eran felices en su vida inocente, sin conocer la maldad de las grandes ciudades. Sus padres , apesa de ser tan pobres, vivian felices porque no conocian la ambición ni perdian la esperanza que es el unico poder conque se puede vivir en la vida, no tener egoismo, tambien eran cristianos y criaban a sus hijos en el amor de Dios. Pero entonces se declaró en aquella comarca una terrible epidemia que devorando a miles de victimas sembro la desolación entre los habitantes de aquellos contornos, ya que entonces no habia medios de combatir las enfermedades. La pobre mujer fué una de las victimas y unos dias después  su esposo fué acometido de la misma enfermedad.  Aquel pobre hombre viendose morir  llamó asus hijos, le dió buenos consejos  y les dijo que nunca se abandonaran y fueran buenos:  que perdonaran el mal que le hicieran para que Dios los perdonaran y fueran protegidos por El.  Aquella  noche los niños se sentaron a la puerta de la choza y así le amaneció cuándo aquella hora pasó  por aquel camino  un hombre montado en un carro  cuyo toldo estaba pintado por vivos colores y del que tiraba un borrico de cuyas orejas taladradas pendian dos cascabeles. El hombre, de que os hablo, era uno de esos saltisbanquis que se habia dedicado toda la vida al circo por eso iba vestido de colores chillones y que, ya por su edad, no podia hacer ejercicios de trapecio y se dedicaba a recojer niños para explotarlos en estos menesteres y de eso vivian el y su compañera a la que llamaban tia  Lechuza. Al llegar junto a los niños paró el carro y con una voz destemplada les preguntó
¿porqué llorais chiquillos? !ay señor! le contestó  Miguel, mi padre se ha muerto y nosotros no sabemos que hacer !vaya! le contestó el hombre, pues habeis tenido suerte de que yo haya tropezado con vosotros, vamos, montaros en el carro, que yo os enseñaré un oficio y todo os irá muy bien. Diciendo esto, los subió al carro, y el borrico salió andando moviendo los cascabelesy dejando la choza atras sin preocuparse por el hombre que dejaba insepulto.Andando, andando llegaron a una ciudad  y los niños criados en el campo y le dice la niña : señor pare usted para ver este hermoso pueblo, a callar si no quieres que funcionen mis tenazas , pues aquel hombre le apodaban el tio Tenazas. Despues de cruzar varias calles llegaron a uno de los barrios extremos de la ciudad  y al llegar a una casucha de mal aspecto les dijo: ya habeis llegado a mi palacio con una maligna sonrrisa  que los niños miraban asustados. Llamó a la puerta y una mujer fea y de malos modales salió a abrir ? que par de muñecos son estos que me miran austados¿ le preguntó, son dos huerfanos que he hecho la caridad de recojer. Aquel  hombre empleaba la palabra caridad  de la que no tenia la más remota noción. La caridad es el má s noble de los sentimientos y no podia albergarse en el corazon tan ruín comoel del tio Tenazas y la tia Lechuza su compañera.  Los llevaron a un desván y lo primero que vieron sus ojos fué un mono amarrado a un aargolla en la pared, tambien se encontraron a un muchachito de su misma edad  sentado en el suelo que al verlos le dijo: !vaya! ?ustedes también habeis caido en las garras del viejo Tenazas¿. Y entonces le explicó lo que iban a hacer: ejercicios de trapecio, en medio de las plazas. Se agrupa la  gente a vernos y despues con una bandeja salimos a pedir y si no lo hacemos bien y no sacamos bastante nos ajotan ese mono y nos dá mordiscos y gañafones. Así fueron aprendiendoy, al cabo de unos meses , ya los exhibian en las plazas mientras los viejos tocaban el tambor. Llevaban ya bastante tiempo e iban siendo mayorcitos cuándo el compañero cansado de la vcida mísera que llevaban decidió una noche de escaparse, pero a Blanca le dió miedo y no se quiso escapar, al preguntarle el tio  Tenazas que ellos porqué no se habian marchado  también el niño, el niño le dijo la verdad que su hermana no habia querido marcharse  entonces le dijo: pues tu solo llevaras la lección. Yasí fué, soltaron al mono  y le dió tal paliza que le dejóuna herida en la mejilla.Aquella noche, al verlo su hermana de tal forma se arrepintió de no haberse marchado con el compañero. Yo no quiero que te vuelvan a pegar Miguel  y esta misma noche nos vamos. Así, que cuándo dormian los payasos lograron escaparse y con  la agilidad que le habian proporcionado los egercicios que habian hecho no les fué dificil saltar la tapia del corral. Al salir y ver con la luz de la luna la herida que su hermano tenia en la cara le dice :Miguel ese maldito mono bien merecia que lo desollaramos antes de irnos. A lo que suhermano le dijo : Blanca, no abrigues sentimientos ruines, eso seria una venganza  y Dios no nos protegeria.Al salir a la calle y verse libres anduvieron deambulando de un lado para otro  y ya cansados  se sentaron en el umblal de una casa de rico aspecto y se quedaron dormidos. Pasado un rato, llegó a la puerta un señor que venia del teatro y le llamó la atención ver aquellos dos niños dormidos en su puerta  aquellas horas de la noche. Al despertarlos les preguntó que porqué estaban solos y enfonces  Miguel  le conto todo lo que habian pasado desde que perdieron a sus padres, pero nunca nombró en su relato a las personas que los habian explotado y tanto les habian hecho sufrir.Al preguntarle por su nombre el anciano le dijo: perdone usted señor, no se lo puedo decir, pues mi padre al morir, nos dijo que perdonaramos el mal que nos hicierany siempre recordaramos el bien. Entonces aquel hombre se conmovió con el relato de aquel niño, que con una herida en la cara perdonaba a su malhechor, Me has conmovido pobre niño y quiero acogeros  bajo mi protección, Desde mañana entrareis en un colegio donde os enseñarán un oficio y a ser personas respetables en la vida.Pasaron los años y los dos hermanos vivian dichosos y solo recordaban el pasado para dar gracias a Dios, Miguel trbajaba en un taller de marmoles como escultor, y Blanca en uno de bordados, Cuando una mañana al salir para el trabajo se acercó un méndigo pidiendole una limosna y al conocerlo le dice:  !hombre tio Tenazas! ? pero usted me conoce¿ si y usted  tambien me conocerá cuando le diga que me llamo Miguel  y que vivo en compañia de una  hermana que se llama Blanca.  Entonces el viejo se quiso echar a correr. Bueno  ?no queria usted una limosna ¿ pues tómela y sepa usted que toda esta dicha se la debo a aquel hombre que dejó usted insepulto en una choza que me dijo:  Perdona hijo mio, las injurias que te hicieren para que atu vez seas perdonado.
Para mis nietos que tanto me han animado a esgribir este cuento, para mi maestra ,y mis amigas de internet.A.O.

3 comentarios:

  1. precioso cuento Angeles, precioso y aleccionador,seguro que atus nietos les habrá encantado. ¿Ves como cada vez es más fácil escribir en el blog ? Solo hay que proponérselo y tu tienes unos recuerdos muy bonitos. Ya sabes tienes que escribir los sitios que has concido ,cuando vivia tu marido. a mi me gustará leerlos estoy segura que seran sitios preciosos, porque describes muy bien los viajes que haces. un beso

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  2. ¡ENHORABUENA!
    Prosperas mucho y bien, ánimos Ángeles, sigues así. Estas vivencias tan bonitas hay que compartirlas, compi.
    Un beso.
    La Franconetti

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  3. Mi madre nos contaba este cuento, me ha hecho mucha ilusión volver a recordarlo.

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