De mi viaje a Portugal

           Salimos camino de Portugal  a las ocho de la mañana del día  trece de noviembre, un día estupendo de sol, pues tenemos un otoño que parece una primavera ,el tiempo convida a salir  y así hemos llegado a Ayamonte donde desayunamos en un área de servicio en la misma frontera junto al rio Guadiana. 

Hemos seguido carretera adelante  por toda la costa llegando a Albufeira pero al no poder entrar en el hotel  hasta más tarde "costumbres portuguesas" hemos seguido hasta el cabo San Vicente, ya lo habia visto en otra ocasión pero nunca te cansas de  contemplar esta maravilla de la naturaleza, solo, que allí tambien ha entrado el progreso y lo que eran acantilados en un paisaje natural  con playas virgenes hoy lo han convertido  en negocio de restaurantes para turistas en esta sociedad de consumo, pero claro de algo hay que vivir  y más en esta crisis que atravesamos.  

El mar estaba tranquilo y era un relac contemplar el maravilloso paisaje que se extendía a nuestra vista con el oceano delante rompiendo sus olas sobre los inmensos acantilados. Volvimos para atras llegando a Portimao a la doce, donde paramos y vimos el mirador con un paisaje precioso en una gran altura  donde el mar y el cielo parece que se juntan en un expectaculo grandioso, despues un paseo por la ciudad  con tiendas de regalo que es lo que más destaca y así hemos llegado a Lagos a las tres, donde hemos almorzado en un restaurante el tipico bacalao  portugues, damos un paseo por el pueblo muy bonito y con mucha vida turistica. Muy cansados de tanta carretera  y saturados de playa y paseos maritimos hemos llegado al hotel  (Real Bellavista), 

el hotel bueno y confortable y buena comida, la habitación  estupenda con vistas al mar la comparto con my  amiga Antonia una  muy buena amiga  y una gran mujer con muchas cosa buenas, que por cierto le confundieron el nombre por el deAntonio y nos dieron una habitación de matrimonio que tuvimos que cambiar (que risa con los portugueses),   Día 14  hoy vamos camino de Portimao es bonita la costa del Algarve no hemos visto  palacios y museos como en otras excursiones pero ha merecido la pena pues hemos visitado ciudades muy buenas pasando por paisajes preciosos entre árboles y dunas siempre junto al mar.   Despues pasamos por Silves un pueblo junto al rio Silves de ahí su nombre en árabe,  lo que más destaca es el castillo  arabe  al que no quisimo subir  pues está a mucha altura  y los años no perdonan,  nos quedamos abajo tomando café con varios compañeros, y vuelta al hotel. Despues de descansar de tanta carretera hemos tenido la tarde libre y bajamos al pueblo de Albufeira yo, que creia que era un pueblecito me encuentro con una ciudad  grande con unos jardines preciosos   aunque lo que más destaca es el comercio. Por la noche despues de la cena  hubo fiesta de despedida  con un gran baile donde cada uno luce sus habilidades de jubilado.     Día 15  de vuelta a casa  pasamos por Vilamarta un pueblo muy curioso a orilla del mar donde lo que más destaca es un paseo donde todos los árboles tenian el tronco forrado de paños hechos de  ganchillo  de muchos colores muy original  y alas cinco llegamos a San Anton donde descansamos tomamos café y dimos un paseo por el puerto.      Me ha sido muy gratificante a mis años haber hecho esta excursión  muy sencilla  pero han sido tres días muy agradables y con buena vonvivencia, llegamos a Gines a la ocho.

Vistas de Portugal