No es facil ponerse a escribir, más cuando una
epidemia asola el mundo, pero algo hay que hacer
para sobrellebar esta crisis. Estoy detras de mi
ventana viendo el parque y me causa una gran tristeza
ver el parque sin niños. Añoro a mis amigas y aquellos
cafés que juntas compartiamos. S e me viene a la memoria
aquella frase que copiaba de los sobrecitos de azucar:
Amame cuando menos lo merezca que es cuando más
lo necesito. Dio quiera que termine este maldito virus y que
volvamos a reunirnos de nuevo las amigas y los niños puedan
jugar en el parque. Que esta tremena lección que nos da la
naturaleza sirva para tener más humabidad unos con otros
y termine la soberbia y la superioridad de los politicos.
Solo la salud, el respeto mutuo y el amr a los nuestros y a los
amigos nos darán la PAZ.
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