jueves, 18 de septiembre de 2014
- Salimos camino de Portugal una mañana temprano de agosto, una de esas mañanas agradables que nos hacen olvidar el calor del día. Hemos cruzado el rio Guadiana por el puente de Ayamonte llegando a San Antón. Allí desayunamos café con pan de Portugal muy rico, dimos una vuelta por el centro donde hay mucho comercio que es lo que más destaca. San Antón hace frontera con Ayamonte al otro lado del Guadiana, contiene muchas cualidades históricas que no da tiempo a ver todo con tanta marcha. Seguimos: el paisaje es tan variado que en pocos km. se pueden ver bosques y praderas. Una ruta desde Faro nos hace llegar a Tavira junto al mar con una de las playas más hermosas del Algarve,
- vemos además iglesias y monumentos donde predomina el barroco que no me da tiempo a describir todo cuánto contiene de historia. Hemos pasado por toda la costa entre playas y dunas llegando a Portimao a la hora de almorzar, un restaurante junto al mar con la bahía frente con una vista estupenda !en verdad es bonito el Algarve! hemos comido el clasico bacalao a la portuguesa muy rico. Despues pasamos por un pueblecito que no recuerdo el nombre pero que había una feria de gastronomía donde se vendía de todo desde café hasta flores, compré café y unas plantas de dalias preciosas y así por toda la costa entre playas y dunas hemos llegado al caer la tarde al Cabo San Vicente, esto se encuentra al suroeste de Portugal, en tiempos romanos se le conocía como Promontorio Sacro dedicado al Dios Saturno. Me senté junto al faro a contemplar la puesta de sol donde la fantasía y la realidad se juntan en un espectáculo grandioso. El sol se iba poco a poco por el horizonte dejando en el mar una estela roja y yo en aquellos momentos solo recordaba a mi marido que ya no puede contemplar este maravilloso espectáculo de la naturaleza.
¡¡¡preciosa descripcion del Algarve portugués !! Y MUY EMOTIVO EL RECUERDO A TU MARIDO, me ha gustado mucho, no dejes de escribir que me encanta un beso
ResponderEliminar